
Si algo he aprendido en mi carrera como desarrollador es que las cosas nunca son lo que parecen… especialmente cuando un bug te despierta en medio de la noche. Hoy les contaré la historia de cómo un pequeño error cometido por un desarrollador junior me llevó a uno de los días (y noches) más caóticos de mi vida profesional.
Antes de comenzar, recuerda que Designed By We, tenemos software a la venta.
Todo Comenzó con un Merge Inofensivo
Era una semana como cualquier otra en el equipo. Estábamos trabajando en una nueva funcionalidad para una plataforma SaaS que administraba pagos recurrentes. Todo parecía ir bien: las pruebas pasaban, el código estaba limpio, y el ambiente era relajado.
Hasta que un viernes, justo antes del deploy, un junior subió un merge request que, según sus palabras, “era solo un pequeño ajuste en la lógica de pagos”. Confío en el equipo, así que lo revisamos rápido y le dimos luz verde. ¡Error número uno!
El Bug: La Cadena de Eventos que Desató el Infierno
Unas horas después del deploy, el equipo de soporte nos alertó sobre fallos en los cobros automáticos. La plataforma estaba duplicando transacciones para algunos usuarios y no procesando otras. Al principio pensamos que era algo sencillo de solucionar, pero al revisar el código, encontré esto:
Javascript
if (paymentStatus = "pending") {
processPayment();
}
¿Lo notaste? Sí, el operador =
en lugar de ===
. ¡Una pequeña línea que detonó el caos! La condición siempre se evaluaba como verdadera, causando que ciertos pagos se procesaran repetidamente.
La Crisis: ¿Por Qué Siempre Pasa de Noche?
El problema escaló rápidamente:
- Cientos de usuarios enfurecidos porque les habían cobrado varias veces.
- Bancos bloqueando transacciones sospechosas, empeorando la situación.
- Mi teléfono explotando con llamadas del equipo de operaciones.
Eran las 3 AM cuando finalmente logré identificar el problema. Mi estado mental: despeinado, desesperado y con litros de café encima.
Lecciones Aprendidas: Cómo Evitar Desastres a las 3 AM
Nunca ignores las buenas prácticas en revisiones de código.
Un merge rápido puede parecer eficiente, pero detectar errores como este en la revisión habría evitado horas de sufrimiento.
Capacita a los juniors para escribir código seguro.
No se trata de culparlos, sino de guiarlos. Enséñales a usar linters, herramientas de análisis estático y pruebas exhaustivas.
Establece pipelines sólidos de CI/CD.
Con un buen sistema de integración continua, este tipo de errores no deberían llegar a producción.
Siempre prueba en staging.
Aunque sea un pequeño cambio, ejecuta pruebas completas antes de cualquier deploy.
Conclusión: Un Error, Muchas Enseñanzas
Al final, solucionamos el problema, aunque nos tomó el fin de semana completo arreglar el desastre. ¿Lo positivo? Aprendimos a fortalecer nuestras revisiones de código y a implementar mejores controles en nuestro flujo de trabajo.
Y sobre el junior… sigue en el equipo, más sabio y precavido que nunca. Porque, al final del día, todos hemos sido el junior que comete un error catastrófico. 😉
¿Tienes una historia similar? Cuéntanos en los comentarios. ¡Queremos leer tus anécdotas de terror en el mundo del desarrollo!

Fernando Morales
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CEO, Designed By We
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